El reduccionismo de la semiótica tiene ciertamente raíces en la filosofía kantiana, como lo señala el mismo Eco: "los modelos estructurales son válidos solamente cuando no se plantea el problema del origen de la comunicación. De la misma manera que las categorías kantianas son válidas solamente como criterios de conocimiento en el ámbito de los fenómenos y en el mundo de noúmeno ( en la filosofía de Immanuel Kant, aquello que es objeto del conocimiento racional puro en oposición al fenómeno, objeto del conocimiento sensible). Por ello la semiótica ha de tener el valor de definir sus limites de aplicabilidad, por medio de una- aunque sea modesta- conocimiento de lo Absoluto. Si es técnica operativa, ha de oponerse a explicar qué sucede en el origen de la comunicación. Si es conocimiento de lo Absoluto, no nos puede decir cómo funciona la comunicación".
Puede sorprender aquí el uso del término "Absoluto" con mayúscula; dentro del marco tan ecléctico y muchas veces contradictorio del pensamiento de Eco, se puede entender por el mismo término lo siguiente: primero, lo no codificado, es decir, la realidad, que es fuente de toda la información y que la semiótica, tal como la plantea Eco, no puede estudiar; y segundo, el sujeto y todo lo que conlleva es sujeto para así establecer el origen de la comunicación, que según Eco tampoco puede ser objeto de la semiótica. Esto se reduce a una técnica, a un "estructuralismo metodológico".
buen eportaje D:D
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